Son muchos los hoteles “only adults”, esto es, hoteles que prohíben la entrada a niños y niñas. Esta prohibición suele acompañarse de la idea de desconectar, de silencio … Y parece que son cada vez más los hoteles que se suman a esta posibilidad.
Prohibir la entrada a niños y niñas, sin embargo, no se ha limitado solo al entorno hotelero. Y, es que, un bar de Bilbao señala en su entrada «Reservado solo para mayores de edad». No es el único. Y todos se amparan en el derecho de admisión.
El artículo 59 Real Decreto 2816/1982 dice lo siguiente: «el público no podrá entrar en el recinto o local sin cumplir los requisitos a los que la empresa tuviese condicionado el derecho de admisión, a través de su publicidad o mediante carteles, bien visibles, colocados en los lugares de acceso, haciendo constar claramente tales requisitos».
Por tanto, el derecho de admisión se aplica de forma general cuando el titular de una empresa excluye a terceros el acceso a su establecimiento, debido a diferentes motivos. Los motivos han de ser objetivos, por ejemplo: prohibir la entrada a una persona que porte armas, haya consumido drogas, se complete el aforo legal… ¿Es, entonces, una razón objetiva que los menores de edad no puedan acceder a un hotel o un bar?
En contraparte, el artículo 14 de la Constitución Española indica que «los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social».
¿Puede al margen de este artículo un bar u hotel reservarse el derecho de admisión? ¿Podríamos estar ante una violación del artículo 14? ¿Es un hecho discriminatorio prohibir la entrada a los menores de edad a un hotel o bar? ¿Estaríamos ante una extralimitación en el uso del derecho de admisión?
La normativa, hoy, no es clara y cada vez son más los restaurantes que prohíben el acceso a los niños y niñas. No obstante, parece que tendremos que esperar a que los tribunales se pronuncien.