Dos de los delitos informáticos más frecuentes en el ámbito empresarial son: La apropiación de ficheros y el borrado de datos digitales pudiendo ser ambos actos perjudiciales tanto para la seguridad de la empresa, como para la actividad de la misma. No obstante no cualquier borrado es susceptible de ser perseguido en el ámbito penal.
La Sentencia del Tribunal Supremo de 7 de febrero de 2022 con su cita a la sentencia 220/2020, de 22 de mayo, se establece que para apreciar el ilícito penal debe concurrir una gravedad en el resultado de la acción de borrado de datos.
Así textualmente se recoge:
“La gravedad de la acción viene determinada por el daño funcional que el comportamiento genere, resultando atípicas todas aquellas actuaciones que, pese a satisfacer objetivamente alguna de las modalidades de obrar previstas en el tipo penal, resulten cualitativa o cuantitativamente irrelevantes para que el servicio o el sistema operen de manera rigurosa. Solo si la función digital deviene imposible o se trastoca de manera relevante la utilidad o facilitación que introduce, la actuación dolosa de pervertir el sistema, puede llegar a merecer el reproche penal. En todo caso, la tipicidad exige además que la disfunción electrónica genere un resultado realmente gravoso para el titular de los instrumentos digitales”
Recientemente el Juzgado de lo Penal nº 1 de Bilbao, tras el análisis de la extensa prueba practicada, ha absuelto a nuestro cliente porque “no se ha acreditado de manera suficiente que el por ello hoy encausado eliminara la documentación referida, ni que la eliminación de la información habida en tales fuera susceptible de causar un grave daño para la empresa y de hecho se causara. Tampoco se ha acreditado que se apoderara previo a su despido de una cuenta de correo electrónico perteneciente a la empresa con y para acceder a información secreta relativa a la misma”
En Tabula Rasa Abogados somos especialistas en este tipo de asuntos. Os dejamos la sentencia:
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